Esta semana he agradecido bastante no tener tiempo para ver ni un minuto la televisión por motivos evidentes. Sin embargo, si uno sabe elegir sabiamente sus seguidores en Twitter, puede encontrarse con auténticas maravillas, como los hilos de señoras que se empotraron hace mucho, la cuenta de Dancer on film o todo lo que comparte Sra Winter. Sin embargo, ya que mañana es el día del padre, me gustaría hablar de una de mis historias favoritas, la de los cernícalos que anidan en la ventana de la periodista Ana Ruiz Echauri. Ana lleva años regalándonos una crónica arrebatadora sobre sus cernícalos y, de forma indirecta, sobre las bondades y crueldades de la vida y el paso del tiempo. Ver una mañana aparecer los huevos, a los polluelos nacer, crecer y abrirse camino; amanecer descubriendo que alguno de los hermanos no ha salido adelante y, finalmente, verlos desaparecer sin previo aviso. Hasta la siguiente puesta. Pero no solo la periodista se ha interesado por dar difusión a las idas y venidas de sus pájaros. Ana se puso en contacto con SEO Birdlife (Sociedad Española de Ornitología) que instaló una cámara para que todos pudiéramos seguir la vida de esta familia de pájaros como si se tratase de nuestro The Osbournes aviar particular. Aunque hay otros realities disponibles: podemos seguir desde su web a la pareja de halcones peregrinos que anida en la torre Garena de Alcalá de Henares, el nido de cigüeñas blancas ubicado en el tejado del ayuntamiento de la misma localidad y la doble pareja de cigüeñas blancas que ha tomado residencia en la torre mudéjar de la iglesia de San Nicolás de Bari en Madrigal de las Altas Torres (Ávila), lugar donde fue bautizada Isabel la Católica. A través de la web de SEO Birdlife, también podemos conocer qué aves habitan cada región y consultar el listado de aves raras de España creado por la comisión de aves exóticas, entre las que figuran algunas con nombres y aspectos tan absolutamente alucinantes como el alimoche sombrío, la cerceta aliazul, el rabijunco etéreo o el piquero enmascarado. Este último, el piquero enmascarado, además de ser uno de los más sugerentes es también uno de los más misteriosos; solo ha sido avistado tres veces en Europa, dos en 1985 y la última el 3 de septiembre de 2003, cuando un ejemplar se posó en el ferry Portsmouth-Bilbao mientras este surcaba las aguas del golfo de Vizcaya hasta atracar en Bilbao, momento en el que el pájaro desapareció sin dejar rastro. Sin embargo, los cernícalos de Ana serán siempre mis favoritos, aunque sea solo por ese sentimiento que produce seguir sus aventuras temporada tras temporada como si ese balconcillo fuese el auténtico Nido de águilas de Juego de tronos. De todos los ejemplares que han pasado por su ventana, hay uno en concreto que se ha convertido en toda una institución tuitera: Cabeza gris, el patriarca de las jardineras de Ana. A Cabeza gris, elegante y orgulloso, le hemos visto alimentar a sus pollos y posar a cámara con el garbo de una estrella de Hollywood. Hace poco, no obstante, a todos se nos rompía un poco el corazón. Cabeza gris desaparecía misteriosamente sin dejar rastro y, tiempo después, un nuevo cernícalo macho aparecía para ocupar su lugar y traer al mundo una nueva generación de polluelos. La vida sigue, a pesar de todo. El rey ha muerto. Larga vida al rey. Si después de esto alguien se ha quedado con ganas de hacerse ornitólogo aficionado, puede echar un vistazo a #mesdelosnidos la iniciativa de este mes de SEO Birdlife en la que nos invitan a todos a construir o adquirir un nido y colocarlo en nuestro jardín y balcón para, igual que Ana, disfrutar del privilegio de girar la cabeza hacia la ventada un lunes cualquiera por la mañana y vislumbrar algo bello. Selección del contenido y redacción de la carta: Cristina Ortiz @chococriskis |
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